El comienzo del noveno año olímpico fue un gran espectáculo que terminaría en desastre. Confiaba en que las cosas despegarían y volvería a desplegarme entre los cielos para deambular por distintos caminos. La grave crisis económica termino hace un mes. Un nuevo cielo se volvió a extender, volví a soñar—a desafiar el status quo de la rutina. La batalla había empezado. Moví las piezas para ir preparándome. Llegaría el momento porque era dueño del futuro inmediato. Estaba hecho solamente una tragedia podría descarrilar mi tren al sur.
<sin embargo>
Soy un hombre hecho de tragedia. Mi historia personal estaba plagada de infortunitos, errores técnicos y una que otra manifestación de mala suerte. Yo aguantaba, me tragaba mis corajes, suspiraba y esperaba. No tenía de otra. Al menos ya no me largaba a llorar. No era necesario llenar lo trágico con más drama. Me la bancaba y ya está. Transformaba la tragedias en grandes épocas y me hacia un titan. Como manifestaba en el primer párrafo tenia todo listo, pero sucedió la tragedia que no quería que ocurriera y el vampiro de los dólares also known as el desempleo volvió aparecerse. Aclaro que la tragedia no era personal digamos que proviene de terceros pero esta indirectamente me afecta. ¡Me carga la chingada! Sobre el tema de la economía personal parecía increíble pero iba directamente al hoyo de donde había salido. Error técnico, mala suerte… políticos, global warming, mil vainas, diez chingadas, boludeses que se yo. Sabía que estaba a tiempo de prevenir otra recesión a cambio de quedarme atascado en el hoyo de donde había salido. Habia que buscar la manera de resignarse y volverlo a dar todo por perdido.
Una exageración de mi parte—lo sé. Pero si uno no ve por sus intereses ¿quién entonces?
#ivnhesque
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