miércoles, 10 de agosto de 2011

Niveles de conformidad están a la alza

Seguía esperando no tenia opción. Vivía mis días base a la conformidad de la rutina al menos tenia la dicha de una característica súper humana que me hacia las horas llevaderas. La economía del Enterprise estaba mejor y parecía estar resuelto por el momento. La vida me ofrecía poco variantes y estimulo. Hacía y deshacía con lo que tenía a mi alrededor. Al menos mi motivación era constante, me llevaba a emprender y terminar mal o bien las acciones que acometía. Sabia bien que un viaje --un breve abandono de mi realidad hogareña-- me ayudaría a recuperar la pasión. Podría irme lejos si quisiera, pero la prudencia de mis años 30 parecía interponer los primeros inicios de la cobardía.

Mis niveles de conformidad estaban a la alza. Me vendría bien comprarme una casa y casarme con la primera buena mujer. La resignación empezaba a involucrarme más con la vida diaria y sin chiste. Tenía el compromiso de noviembre, un viaje asegurado que debía empezar a planificar si quería lograr algo. En realidad no quería volver a ciudades en donde ya estuve. Tampoco me parecía conveniente encontrarme con conocidos para convivir. En realidad necesitaba un viaje solo con situaciones beligerantes, y éste dichoso evento no tenía la manera de ocurrir.

La novena Olimpiada llegaba a su fin y me resignaba cada vez mas al hecho de vivir una vida tranquila con exigencias físicas para lograr por lo menos una condición física envidiable. Al fin y al cabo me especializaba a transformar las situaciones adversas en algo positivo aunque muriera por viajar a algún lugar nuevo. Todos viajaban menos yo, pero bastaba seguir en mi rollo y esperar.

#ivnhesque

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