Segundo día en Playa del Carmen – Dormí aproximadamente
12 horas. Estaba agotado por haber vivido toda la noche la obra del microbús en
la casa de la Chamuca y el trajín del viaje de Mérida hacia el escondite de la
amiga Ardilla. Me encontraba dispuesto a hacer cosas meramente playeras. Para
matar la mañana pase por un café y abrí la oficina ambulante esperando que
pudiera salir algo de laburo o a estas alturas un negro me sabría a triunfo. ¡Nada!
No tengo la menor duda que el 2011 ha sido un palo de fierro en cuestiones
laborales y por consequente económicas. Como técnicamente estoy viviendo las
vacaciones dentro del viaje decidí escribir mi blog. Estar lejos de mi hogar
por lo general siempre me despejaba lo suficiente para poder escribir. Total
era viernes y mucho de mis contactos podrían estar en la playa igual que yo.
Por fin encontré los pasos hacia el mar. Fiel a mi estilo
tenia fe que la pasaría bien. Como no tengo presupuesto para andar de poseur decidí
comprar una torta de jamón, dos litros de agua y por supuesto una botella de
vino chileno del más barato. Me faltaba una toalla playera, pero dado la crisis
económica por la que atravieso, decidí darle la oportunidad de su vida a la
toalla del hotel. ¿Quién dijo que las toallas del hotel no pueden ser playeras?
En cuanto me instale tuve la sensación que estaba a punto de suceder un evento extraordinario.
Si no fuera por la relación que tengo con la música podría haber sido un día mas
en otra playa del mundo—big deal. No tenía en si un plan musical, pero tan solo
contemplar los contrastes de la tierra, mar y cielo concluí que Bob Marley era el
fundamental para este tipo de ivnhesque
experience. Aparte situaciones como estas automáticamente me reafirman como
ser existencialista y por supuesto pasan a ser un tributo a mi arquitecta, Ella
la mas sabia de todas. Is this love what I’m feeling!? Todo adquirió una perfección
dionisiaca y entre tragos de tinto, mordidas a la torta… la transparencia del
mar me revelo el universo. Con Cerati y Melero, la adquisición del estado poético
fue irremediable. Conzumel… Dentro y fuera del éctasis mis ideas obtuvieron la
claridad del mar
Esa luz te lleva y todo lo que viste se desintegra jamas fuiste tan lejos ...
Conclui que era mas practico que un poeta, no escribo poesía
porque existo en un estado poético inigualable.
Alguna vez introduje la máxima ivnhesque sobre las
mujeres esenciales de un ser como yo. Me refiero a Libertad y Soledad. Ladies
de calibre platónico que son estados puros e intangibles. Mujeres para muy pocos hombres. Dos estados puros que
olimpiada tras olimpiada me han permitido adquirir las vivencias mas gratas y
cuya tónica siempre me revela una serie de posibilidades. La trinidad, entre
ellas y yo, es una expresión máxima del ser que se vuelve arte, ese mismo arte
de Ser que muy pocos tomamos como nuestro. La pase también que cele mi momento
y opte por mantenerme solo sin contacto alguno. Conocer a alguien o hacerme
conocer arruinaría este máximo momento. La soledad y la libertad hoy día son un
luxo que debía apreciar. Igual no tenía dinero para andar de poseur característica
dispensable para conocer gente en una playa turística.
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