miércoles, 23 de enero de 2013

Sobriedad

De la soberbia a la sobriedad.

Hoy día sujeto en quehaceres laborales me di cuenta que no puedo ser el mismo. Hay cualidades que perdí porque a lo mejor no eran mías. Ya no estoy hechizado por ilusiones. Ni tampoco exaltado por pasiones. Descartaría estar deprimido. No, no puedo estarlo por que sigo yendo detrás de cosas imposibles. Soy particular en la manera de auto-criticarme. Soy sensato a la hora de dar mi opinión aunque esta últimamente me la guardo porque ya nada tiene que ver con la gente. Dudo que comience todo a valerme madre aunque no dudo que algún día suceda. Me ocupa el porvenir de la humanidad pero mas todavía el de mis amigos. Comienzo a deslindar mi neurosis de mis pensamientos. Por las mañanas me persigue la idea de que podría convertirme en un fraude sino reafirmo mi postura a algo ¿a qué exactamente? no lo sé. Me queda poca fe para la escritura y la fotografía me sigue pareciendo el arte mas fácil. Trataría de emular a alguien, ¿pero a quién? si todos pecan de ociosos. Los que no están en Facebook caminan entre sombras; los que están metidos tienen el ego ultra exaltados y terminan dejando un mal sabor a boca.

Soy un hombre de camino no me queda la menor duda. Me marcho de una era de ruido y luces. No he querido irme porque sigo creyendo que jamas llegue. Veo hacia el frente sintiéndome inquieto pero extrañamente sobrio... Tengo claro que no tengo ganas de tirármela de hombre superior por tener talentos que otros no tienen. No soy el de la mas alta moral ni me considero el mas afortunado. Ni soy el elegido o el mil putas. Menos soy uno mas. Definitivamente no me considero parte de algo. Muy tranquilamente agrego que sigo sintiéndome cómodo entre mi mismo, cayendo por momentos victima de mi descuido, taciturno como nunca antes e irremediablemente condenado al olvido.

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