No aspiro a la perfección a
sabiendas de quien soy, de donde soy y por donde fui parido. Me la he venido
tirando de 'overman' nietzcheano solo para darme cuenta con el tiempo que genéticamente
soy un desperfecto. Soy un mal-parido en
todo sentido de la palabra. En el aspecto físico mis limitantes son idénticos a
los de un comatoso, mi perfil psicológico emula a la perfección las inferioridades
re-sabidas del hombre tercermundista. Mi espíritu quizá el único fenómeno en mi
tiene una vocación que siempre le ha quedado grande a mi cuerpo y cabeza. Tampoco
tengo la mejor presencia ante el público en general, cosa que me importa un
comino pero que menciono para enlistar de una manera u otra mi imbecilidad. Presumo
de mi voluntad, pero sé que últimamente se queda un poco corta cuando se ve amenazada
por pensamientos relacionado con imposibles. Claro que todos tenemos un límite,
pero me rehúso a tenerlo sabiendo que hay otros más imbéciles que yo haciéndolo.
Me he visto en situaciones difíciles a
las que me he adaptado a la perfección. Poder adaptarme a una situación extrema
me crea un delirio de luchador, el cual culmina en euforia. Mi cuerpo sin
embargo se lleva el palo y por muy eufórico mi recuerdo sea, mi cuerpo cae en
vuelto en dolores musculares que terminan arrojándome a un abismo. Estos
achaques corporales se han vuelto la víspera de mi propia muerte, y a veces no
es tanto el dolor físico sino la realización de que mi cuerpo es de un mísero
hombre Delta que se rompe tan fácilmente. Es posible curtirlo a chingadazos
para que resista mejor y no tenga que lidiar con dolores meramente
pendejos. Ya he intentado romperme el
cuerpo para hacerlo indestructible, me ha costado mucho esfuerzo y dinero, pero
fiel a mi estilo tiro la toalla o abandono el pais para irme de viaje.
Otros aspectos en contra de mi empresa
son productos de mi descuidos a lo que categorizo como mi imbecilidad. Ser imbécil
consiste en una simple y sencilla razón, nacer imbécil y tenerlo todo en
contra. Un imbécil, haciendo una moderada auto-critica, es un tarado, un hombre
sin sentido común, alguien sumamente distraído, un pendejo! Un imbécil puede ser el rey de los
incompetentes, pero nunca se daría cuenta porque es un imbécil. Ser una persona
torpe esta correlacionada con la imbecilidad. Muchas de las situaciones que un imbécil
en gran parte provienen de su incapacidad de prevenirlas. Estos desagradables
eventos son errores técnicos meramente pendejos que hacen al imbécil confirmarse
ante el mundo como un vil incompetente. Su descuido es tal que dichos errores
son tan babosos que podrían haberse prevenido. Aceptaría caer víctima de mis descuidos
si siguiera tirándomela de pseudo-escritor o auto-didáctico; sin embargo, mis
descuidos dentro la cotidianidad y en la empresa física siempre estarán relacionados
con el nivel de mi imbecilidad.
Deshacer el infortunio del imbécil
conlleva otra serie de acciones en otro tiempo y lugar. De nada sirve hacerse ‘mental
notes’ o poner recordatorios en la puerta de la nevera, un imbécil no se hace
sino nace. No será hasta que la muerte sea la consecuencia del descuido de un imbécil
y será en ese entonces donde el imbécil culmine su obra maestra de errores cometidos.
#ivnhesque