Los días pasan y sigo tratando de llevar una vida común y corriente. Recupero poco a poco el habito de la lectura. Confieso que me ha costado bastante. Mi mente es un desorden total, se ha convertido en el cuarto de un esquizofrénico, no se ha limpiado en décadas. Fue fácil empezar con la literatura, si ella mi fiel compañera de viaje... la mejor amiga de la Soledad. A los pocos días intente la auto-didáctica, el existencialismo, los griegos y todo aquel conocimiento que alguna vez disfrute tanto. Repito no ha sido fácil. Descubrí que mi cerebro es como un viejo carburador de un coche de los 80´s. Todo un reto o mejor dicho todo un evento patético, siempre quise ser descuidado para protegerme de la decadencia. Me preocupa mi descuido porque el habito de la lectura y la auto-didactica es un patrimonio o mejor dicho lo único que me queda de Sofia. Es necesario regresar a esos dos habitos que tanto me propulsaron. Fui, deje de ser porque me abandone o quizá me ocupe en otros retos. Pensaba que era cuando en realidad dejaba de Ser. Hoy he recuperado la fluides de la escritura, con mis inglecismos e incoherencias de siempre, pero aqui estan dos parrafotes que aprehendo como un milagro, otro eterno retorno en breve.
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