Hoy es sido
rígido, grosero y maleante. Nada fuera de lo común mi típica neurosis de
siempre salvo en esta ocasión dirigida a otros como un cañón listo para
disparar.
La victima
deje de ser yo, me calentó no haber recibido mis honorarios por trabajo
hecho. Se me acabo la paciencia y me apreté
el botón de la estrella roja en el pecho, I flip out, así de sencillo. Me pagas
o te dejo el trabajo el lunes, dije con la determinación que en los ultimo
meses me cargo. Me responden con despotismo, yo contra ataco con mi nihilismo impropio
en si mismo mas en una relación laboral. Nos quedamos callados, espero contestación.
Me responde mas tranquilo como un Gandhi, me explican mejor la situación, la
misma vaina solo con crema de Gandhi. No le mentó la madre en chilango porque
el mísero Hindú solo habla Ingles, C+ y JavaScript. No me queda de otra que
utilizar retórica hitleriana y stalinista con una doce de indignación gringa.
El despotismo sud-asiático junto con su gandhismo se hace añicos ante mi
soberbia. A estas alturas del dialogo, las frases que salen de mi son cortas y rasantes.
Me pagas o te dejo el trabajo el lunes, vuelvo a responder. El tipo no sabe que
decirme nunca a tratado con la rebeldía tercermundista latinoamericana.
Allá a en
la India puede hacer uso de sus castas, turbante, estatus social acá en este
continente pues se la pela. Esa fue la fase uno. No conoció la fase dos de mi
encabronamiento porque acepto pagarme el lunes si o si. La fase dos es muy
italiana mejor que no entramos. Una vez renovada la esperanza del dinero deje
que mi esquizofrénico carácter me devolviera la cordura para agradecerle claro
sin dejarle de advertir que si no me llegaba el dinero para el sábado me tenía
que hacer un giro el lunes porque si no les hacia un escándalo a su compañía así
de simple y sencillo. Me sentí un maleante, podría secuestrar y extorsionar sin
ningún problema, pero yo solo quería que me pagaran el mes que me debían para
dejar de comer tortillas con mayonesa.
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