Libre al fin pero...

Fui secuestrado por el trabajo por 45 días. Nadie pago mi rescate. Un buen dîa mi secuestrador me dejo en libertad. Recuerdo que era un jueves por la tarde, sonreia como un tarado cuando me vi sin obligaciones. Volvia a tener la tarde para mi. El trabajo es un secuestrador que te atrapa, te deja ir cuando se le da la gana claro eso si con los bolsillos lleno de plata. Te secuestra para joderte, para llevarte a hacer lo mismo todo los dias en otras palabras para que aspires a nada y seas igual que los demas. Hay gente que les gusta estar secuestrados otras que ignoran que estan presos mientras algunos evitan a toda costa caer presos de susodicho criminal.

Estaba contento de estar libre. Volvia a tener el tiempo ahora felizmente con dinero. Podia hacer, querer y obtener todo. Podia hacer cosas imposibles. Pero al paso del tiempo, en un momento inesperado, la realidad se apodero de mi ilusión, la realidad se desplomo y quedo sin chiste sobre el suelo. Quede varado sin nada alrededor mio o algo que pudiera inquietarme. Empece a darle razon a unos pensamientos y felizmente me consegui encaminarme hacia una realidad propia. Me olvide del ente. La sociedad con su marketing y payasos quedaron desvalorizados atras.

El trastorno emocional es demasiado. Me siento muy jodido. Mi corazón esta tocado. Quiero explotar, gritar irme lejos. Decirle no a todos y adentrarme de una vez por todas al bosque. Quede libre pero estando en libertad me di cuenta de la maldad del tiempo, interminable e injusto. Hize lo que pude y lo que quise. El tiempo me empezo a sobrar y con esto los problemas empezaron a resurguir. Una persona como yo debe ir a tope, tener un performance y hechos que conduscan a mejorias. A penas llego el lunes fue obvio que no hacia nada, que necesitaba mas y que debia buscar los medios para conseguir algo. Acabo tenia tiempo y mejor aun tenia dinero ya. ¿Cual era entonces mi escusa?

Ser libre es dificil. Y muy pocas personas entienden esto. No puedo poner cara de imbecil, sonrisa de tarado, tirarme una parranda con otros mamarrachos y declararle al mundo que era feliz. Yo requeria de gran souffrance. Mi hombre griego requeria eventos de inteligencia, fortaleza y vision. Una peda con un par de zopilotes podria solo regresarme a mi condicion de hombre común y corriente. No era facil y menos aun yo siendo tan complicado. Pero entendia que era un proceso y tenia muy presente la maldicion maternal que pesa sobre mi. He llevado mi vida con sobervia para conseguirlo todo, pero los años me conducen cada a ser impreciso, a caer victima del descuido. Me mantenia a flote con cafe y de vez en cuando con unas amfetaminas. No tengo a nadie con quien pueda compartir lo que escribo. Quiza soy muy quejón, quizas mi insatisfaccion tiene su genesis en el hecho de no quiero ser uno mas, es probable que quiero hacer cosas imposibles.

Se que hay dias muy buenos y otros no tan buenos. Hoy ha sido pesimo. Me he sentido irremediablemente solo, sin opciones mas que volver a esperar. El mundo occidental entra en su comunion y me arrastra consigo. Mis decisiones para el proximo mes estan condicionadas por el evento borreguil cristiano. Y yo sin plan de escape, se al menos que mañana reelanzare este par de huesos hacia algo digno de ser contado.

Ivnh

 

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Como Alex Lora en una estacion del ADO

Estoy sentado dentro una estación de autobuses sin ninguna opción. Llegaba a Mérida ignorando las distancias entre Playa del Carmen y la capital. Una breve platica con el taxista más o menos me desdeño mi porvenir. No fue hasta que comprando el billete de autobús recibí las malas noticias que el próximo ómnibus a Playa del Carmen salía hasta las 11:45 PM, precisamente seis horas tendría que esperar. Pensé las barbaridades necesarias mientras miraba hacia el vendedor de boletos, torcí la boca, compre el billete y tuve que hacer chile con la cola. Agarrar un taxi me parecía absurdo después de todo la espera me venía bien. 

A veces olvido las cosas más fundamentales como la calidad de estar solo en una sala de espera rodeado de extraños.  Tenía claro que la estación de autobuses no era tan glamorosa como la de un aeropuerto, pero gozaba de una soledad.  Quizá estaba un poco desacostumbrado de la leprosidad de la gente común y corriente. Ellos tenían más derecho de estar aquí que yo. Me molestaba que se sentaran alado de mi o que me miraran detenidamente como si fuera un bicho raro.  Incomodo me levantaba y deambulaba de un lado u otro hasta encontrar otro rincón lejos de sus miradas. Ahí volvía a retomar mi lectura y olvidar las seis largas horas que debía esperar. 

Telefonee a la amiga Ardilla para contarle el sucedido. No sería hasta mañana la fecha de mi arrivo, esto si me iba bien. Un error garrafal no haber investigado en cual playa tenía su escondite. Me imaginaba que estaba a una distancia razonable del aeropuerto y podríamos empezar a gozarla esta noche. Podia lamentarme toda las seis horas, pero ni tenia energias para tal proceso mental. Ya esta loco, mi suerte estaba hecha en la estación de autobuses ADO.  Igual como mencione anteriormente gozaba de la soledad y las actividades necesarias para desparecer las seis horas de espera. 

Aun tenía en duda lo que haría en dentro del pulman.  Me dormiría escuchando música o simplemente de aburrimiento. Tenía años que no viajaba en un ómnibus en territorio nacional, así que me reservaba el derecho de la duda. Sabia de ante mano que no era el ADO Deluxe or GL, era un primer clase que igual podria tener equipo de sonido y bebidas. Ya estas alturas lo mejor seria quedarse bien dormido. Igual la espera más difícil estaria atrás y dentro del autobús por lo menos sabía que me dirigía a mi siguiente destino.

#ivnhesque